INTRODUCCIÓN

lunes, 15 de junio de 2009

Bordeaux, situada a orillas del Garonne, fue un pueblo importante en la época del Imperio Romano, y en la Edad Media, fue junto con Libourne, a orillas del Dordogne, un centro importante de comercio para los vinos que se elaboraban ríos arriba.

Muchos de estos vinos que se elaboraban aguas arriba, como los de Bergerac, los de Cahors y los de Madiran, están recientemente recobrando la reputación que tuvieron en la Edad Media.

No fue sino hasta inicios del SXVIII que los vinos de Bordeaux, como los conocemos ahora, comenzaron a ser embarcados a Inglaterra, a menudo como contrabando a través de Irlanda, Escocia y las Islas del Canal.

En esa época se los conocía como los Nuevos Claretes Franceses (New French Clarets).

Ya en esos tiempos, algunos Cháteaux comenzaban a crear su reputación y desde esa época comenzó a desarrollarse una jerarquía entre los diferentes viñedos, particularmente entre los que se encontraban en el recientemente drenado distrito de Médoc.

Al día de hoy, existe una especie de crisis en Bordeaux por la polarización en su mercado.

Los Cháteaux de mayor prestigio pueden vender casi sin dificultades sus vinos, a pesar de que los precios que obtienen pueden variar de año a año, pero éstos, no constituyen más que un pequeño porcentaje del mercado, quedando una gran cantidad de vino producido por las propiedades menos prestigiosas sin vender, o vendida a precios absurdamente inferiores.

Muchos comerciantes de la región, creen que el futuro está en las marcas, pero pocos de ellos tienen los medios para lanzarlas y competir en los mercados mundiales.

Una complicación adicional en este mercado, es que en general los vinos de Bordeaux necesitan de un tiempo más o menos prolongado de crianza para desarrollar su potencial y no tienen el atractivo de la frutalidad inmediata de los vinos del Nuevo Mundo.

Pocos consumidores de Bordeaux tienen la paciencia o los medios físicos y económicos para guardar los vinos por varios años hasta que estén prontos para ser consumidos.

Por otro lado, muchos productores y comerciantes, tampoco quieren tomarse las molestias que Implican las guardas prolongadas, o no pueden darse el lujo de sostenerlas financieramente.

Estas características, terminan condicionando la estructura del comercio de los vinos de Bordeaux y dándole sus particularidades distintivas.

EL CONCEPTO DE CHÄTEAU

domingo, 14 de junio de 2009

La mayor parte de los viñedos de Bordeaux, no son conocidos por nombres ligados a un terreno específico como en el caso de Borgoña, sino que se conocen como propiedades de un único dueño (individual, familiar o una sociedad), en muchos casos asociados a una casa (construcción) de mayor o menor importancia.

éstas son conocidas como Cháteaux (Castillos).

A lo largo de los años, estas propiedades pueden variar de tamaño, a través de la compra y venta de terrenos y viñedos.

Por ejemplo, el famoso Chátau Pétrus, en Pomerol, incrementó su tamaño aproximadamente en un 50% desde 1969 a la fecha.

De esta forma, el nombre del Cháteau se que convierte más en una marca que en el nombre para designar a un viñedo específico.

Hay más de 3.000 nombres de cháteaux en los viñedos de Bordeaux, pero hasta hace muy poco era una muy pequeña proporción de los mismos la que aparecía en las etiquetas de los vinos.

Los que se veían eran principalmente los de nombres prestigiosos y de tradición reconocida de larga data, el resto, producía vinos que serían ensamblados por los comerciantes de Bordeaux para venderlos bajo sus propias etiquetas.

CLIMA

Bordeaux se encuentra a 45° de latitud, por lo cual está bastante al norte dentro del contexto de las regiones productoras de vino.

Posee un clima marítimo.

Durante la temporada de maduración de las uvas, tiene largas horas de sol, pero el clima está moderado por la influencia del Océano Atlántico.

Esto hace que las heladas no sean un problema mayor, a pesar de que ocasionalmente pueden producir daños importantes, como sucedió en forma notoria en abril de 1991.

El promedio de lluvias es de 890 mm anuales, con frecuencia en la época de las cosechas.

La humedad es alta, no sólo por la proximidad del mar, sino también por los grandes ríos que fluyen a través de esta región.

Esto facilita la aparición de podredumbre, tanto noble como gris, que es un problema importante para los vinos tintos.

Desde el Atlántico soplan vientos fuertes, que son suavizados parcialmente por el bosque de las Landas y la cadena de dunas arenosas de la costa.

Estando en una zona templada, las cosechas de Bordeaux pueden variar considerablemente de año a año, por lo cual para los conocedores de vino, es importante tener un claro conocimiento de las condiciones de cada cosecha.

De todas formas, en los grandes vinos, es posible mantener una coherencia de estilo entre distintas cosechas, a través de la selección que se realiza de las uvas, del uso de las barricas, así como de otras posibilidades técnicas y de la elaboración de segundos vinos que permitirán no desperdiciar la fruta que no sea apta para producir los grandes vinos.

SUELOS Y TOPOGRAFÍA

sábado, 13 de junio de 2009

A las orillas de los ríos hay una banda de suelos aluviales ricos, donde sólo pueden producirse vinos de las denominaciones más bajas.

Los viñedos más finos, están fundados sobre gravas bien drenadas, en las cuales cuarzos y cantos rodados descansan sobre un subsuelo de piedra caliza. Esto sucede principalmente en la margen izquierda, mientras que en otras zonas, especialmente en la margen derecha, aparecen suelos arcillosos y arenosos.

Los viñedos sobre laderas en Bordeaux son comparativamente raros y cuando se los encuentra, están principalmente en suelos arcillosos sobre un subsuelo de piedra caliza.

VARIEDADES DE UVA

viernes, 12 de junio de 2009

Casi todos los vinos tintos, y la mayoría de los vinos blancos de Bordeaux se producen a partir de cortes de diferentes variedades.

Esto no es algo casual. El clima variable de Bordeaux, con las variaciones en los patrones del tiempo durante cada estación de crecimiento y maduración de las uvas, hacen que los resultados de cada cosecha sean imprevisibles.

Las diferentes variedades que se cultivan en la región, responden de distinta manera a las condiciones del tiempo
Las uvas con hollejos más gruesos, resisten mejor a la podredumbre, otras maduran más tarde o florecen antes, algunas resisten las heladas o las tierras húmedas mejor que otras, etc.

Mezclando las diferentes variedades que se plantan, los viticultores mejoran las posibilidades de elaborar un vino al menos decente todos los años, a pesar de las variaciones del tiempo con las distintas adversidades que puedan presentarse.

Estas prácticas han sido perfeccionadas en Bordeaux a lo largo de muchas generaciones.

La reglamentación de las Denominaciones de Origen, permiten el uso de catorce variedades de uva diferentes, pero en la práctica, no se usan más que cinco tintas y tres blancas.

CABERNET SAUVIGNON

Ampliamente reconocida como la variedad tinta clásica de Bordeaux, aunque ahora hay mayores plantaciones de Merlot.

Da cuenta de tres cuartas partes de los blends de los vinos más finos del Médoc, que es donde mayormente se la encuentra.

En el total de la región de Bordeaux, no representa más que el 29% de las uvas tintas plantadas.

Da rendimientos moderados y produce vinos de calidad, tánicos y con aromas característicos de grosellas negras cuando madura completamente, aunque es difícil que lo haga y puede producir entonces vinos duros y vegetales que sólo pueden usarse sí son mezclados con Merlot.

CABERNET FRANC

jueves, 11 de junio de 2009

Se la cultiva principalmente en Saint-Emilion y en menor medida en el Médoc y en Graves.

De rendimientos más altos que la Cabernet Sauvignon, pero el vino tiene por lo general menos cuerpo y fineza.

Sus aromas pueden ser herbáceos (escobajos) y el vino madura más rápido.

Ambos Cabernets prefieren los suelos cálidos y bien drenados de gravas.

 
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